Teoría revela que las madres de nuestras madres son quienes más carga genética transmiten a nosotros – El valor de las abuelas
La crianza positiva es aquella que se centra en ayudar a los más pequeños a desarrollarse como personas de pleno derecho, sin establecer parámetros educativos autoritarios ni coercitivos. Este estilo de crianza es consciente de que los niños, tarde o temprano, deberán caminar ellos solos por el mundo, por lo que es necesario que adquieran todas las habilidades sociales y capacidades necesarias para la vida, con el fin de que el día de mañana puedan salir adelante airosos por sí mismos.
Todos queremos que nuestros niños alcancen su máximo potencial intelectual y creativo, que amen la lectura y el aprendizaje, que traten bien a los demás…Y no hay duda de que un buen camino académico les dará mayores herramientas para lograrlo, así como mayores posibilidades de progreso en la vida. Pero a veces esto no es suficiente, y no desarrollar un lado emocional lo suficientemente fuerte puede hacer que los niños, según vayan creciendo, se vayan encontrando con barreras que les impidan progresar y ser felices, más allá de su nivel académico.
Las barreras emocionales es algo que se va adquiriendo con el tiempo, ya que los niños son sociables casi por naturaleza (siempre dentro de una generalidad y unos parámetros normales), mostrándose siempre interesados en lo que hacen los adultos o en hablar o tratar con otros niños, aunque ni siquiera los conozcan. Los niños, en su mundo, y aunque no sigan las mismas normas sociales y de comunicación que los adultos, pueden lograr comunicarse y pasar un buen rato de juegos, a veces sin ni siquiera hablar.
Sin embargo, conforme pasa el tiempo, esta actitud social puede retraerse y cambiar. Por eso es muy importante que vayamos poco a poco enseñando las normas sociales habituales a los niños desde que son pequeños, ya que esto permitirá que, una vez que desarrollen el lenguaje, puedan seguir comunicándose con fluidez con los demás niños y también con los adultos. En este sentido, los niños deben aprender a expresarse y a manifestar sus sentimientos, pues de lo contrario podrían volverse introvertidos o sufrir problemas emocionales de distinta índole, como pegar o comunicarse a base de gritos.
Los niños necesitan verse a sí mismos capaces de responder, sentirse fuertes y capacitados para resolver sus propios problemas, es decir, que necesitan de nuestra parte herramientas para lograrlo, y no que les saquemos las castañas del fuego, dicho coloquialmente.
Pautas para educar niños emocionalmente fuertes
Los niños, para que puedan desenvolverse con normalidad en su futuro, necesitan ir habituándose a las diferentes actividades diarias y cotidianas adecuadas, según su edad, así como adquirir herramientas emocionales que les fortalezcan y les permitan tomar en el mañana las decisiones oportunas, así como relacionarse con los otros de forma positiva, lo que les garantizará también el éxito en sus relaciones laborales y personales.
Para ello es fundamental que los padres, cuando los niños son pequeños, no tomen todas las decisiones por ellos ni hagan todas sus tareas, pues se estaría enviando el mensaje de que los padres siempre estarán ahí para solucionar las cosas, o que el niño no es lo suficientemente inteligente y fuerte como para hacerlo por sí mismo.
Nuestro trabajo como padres es ayudar a nuestros hijos a tener experiencias y afrontarlas, con sus causas y consecuencias, para lo que son necesarias las competencias y la fortaleza emocional, que les aportará confianza y seguridad en sí mismos.
Cómo proteger a los niños que son tan buenos que no tienen maldad
Suena el teléfono. Es un mensaje del grupo de madres del colegio. Evidentemente, contestas. Tienes 15 mensaje sin leer. También haces esa llamada que dejaste pendiente. Y cómo no, vas a echar un vistazo al muro de Facebook. Al final, el tiempo pasa sin casi darte cuenta y ya llevas una hora sin dejar de mirar el smartphone. Tu hijo te ha llamado cinco veces. Pero le has ignorado.
Esta situación se repite más veces de las que pensamos. Nosotros no nos damos cuenta. Ellos, sí. Mi hija dibujó para el colegio a su familia. Su padre cocinaba. Su hermano veía la tele. Y yo… bueno, yo estaba con el móvil, claro.Índice
- Cómo afecta a los niños la adicción al móvil de los padres
- Cómo saber si nuestro hijo se siente desplazado por el móvil
Cómo afecta a los niños la adicción al móvil de los padres
Según un estudio de AVG Technologies, un 42% de los niños piensa que sus padres pasan más tiempo delante del móvil que jugando con ellos. Esto son 4 de cada 10 niños. Al preguntarles, aseguraron que sus padres contestan al móvil si les llaman o reciben un mensaje mientras están hablando con ellos. Y ellos, se sienten desplazados. A menudo no pueden acabar una frase o sus padres les van dando largas cada vez que les llaman porque… están ocupados con el smarthphone o la tablet.
Los padres de hoy en día somos así: estamos con nuestros hijos en el parque pero nuestra cabeza está en el trabajo, o con los amigos. Y acabamos conectándonos al móvil, totalmente abducidos. Los niños observan confundidos. ¿Su padre le ignora? ¿Por qué no atiende cuando le llama? ¿Por qué no mira cuando subo por el tobogán? No aparta la mirada del móvil… Al 57% de los niños entrevistados en este estudio, aseguran que desearían quitarle el móvil a sus padres.
¿Qué consecuencias tiene? Evidentemente, el vínculo entre padres e hijos se va deteriorando poco a poco, y en un futuro, la comunicación con ellos se hará casi inexistente. Que gran paradoja: nos comunicamos más con el mundo y menos con nuestros hijos.
Cómo saber si nuestro hijo se siente desplazado por el móvil
– Dile a tu hijo que dibuje a la familia y que cada uno esté haciendo algo en casa. ¿Te dibujó con el móvil?
– Pregunta a tu hijo cuántas horas pasas con el móvil o la tableta.
– Respóndete a ti mismo: ¿cuándo uso el móvil o la tableta? ¿Está mi hijo presente?
– ¿Usas el smartphone cuando comes? ¿Están tus hijos presentes?
– ¿Le dices con bastante frecuencia a tu hijo ‘espera’ cuando te llama por atender al móvil?
Si la mayoría de respuestas son afirmativas, empieza desde hoy a apagar más el móvil y a hablar más con tu hijo. Te lo agradecerá y te lo agradecerás el resto de su vida.
Somos padres hiperocupados sin tiempo para educar en valores a nuestros hijos
Ocurre todos los días: un niño está tranquilo, se relaciona con facilidad y se puede mantener una conversación con él sin problemas hasta que llega ese familiar o amigo que lo pone nervioso, hace que se retraiga y se sienta inseguro.
El juego es una importante herramienta de aprendizaje en todos los ámbitos y a todas las edades, principalmente en los niños que están en su primera etapa de desarrollo. Cuando se aplica el juego para el desarrollo de la motricidad fina se está ayudando al niño a utilizar sus dedos como pinzas, una habilidad que será necesaria para escribir, y a adquirir un monton de habilidades más totalmente prácticas para su crecimiento y desarrollo, así como para su desenvolvimiento en las etapas más avanzadas de la escuela.
Por eso en este artículo hemos querido desarrollar 5 juegos sencillos que podréis hacer en casa y pasar un rato bien divertido junto a los peques, especialmente a partir de los 6 meses. Dichos juegos y prácticas de manipulación y creatividad ayudarán a los niños a desarrollar la motricidad fina en esa primera infancia tan importante en la vida de todo ser humano.
Juegos para desarrollar la motricidad fina del niño
- Clasificar juguetes
Para la realización de esta actividad puedes seleccionar juguetes pequeños (cuidando que el niño/a no se los meta en la boca). La idea es que el peque aprenda a coger dichos juguetes, sin demasiados problemas, y pueda también comenzar a colocarlos en pequeños cajones que puedes hacer tu mismo/a con cartón para colocar después en su cuarto o en la zona habitual de juegos. La posición de los dedos del niño para agarrar dichos cajones será en forma de pinza, ya que este es un excelente ejercicio que más tarde le ayudará a agarrar el lápiz correctamente.
- Enhebrar botones
Hay botones de madera hechos especialmente para desarrollar la motricidad fina de los más pequeños. En esta actividad, muy de estilo Montessori, los niños tendrán que pasar un cordón a través de los agujeros del botón. Puedes idear formas y ocurrencias variadas en las cuales se utilicen objetos cotidianos y hacer el mismo ejercicio que con los botones, como enhebrar un cordón en un zapato o pasar cualquier cordón por un agujero estrecho, como por ejemplo utilizando los agujeros de un escurridor de platos. Con este ejercicio, además de desarrollar la motricidad fina… ¡ayudarás a cultivar la paciencia!
- Figuras con los dedos en las paredes
Por las noches, prueba a incentivar a tus hijos la imaginación y la creatividad jugando a las sombras. Se trataría de imitar formas de animales con los dedos y la muñeca, y reflejarlos en la pared con una lámpara. Crea perros, venados, conejos, dragones y cualquier otro animal divertido. Este es un juego que alimenta la imaginación, que ayuda a crear escenarios para cuentacuentos y que desarrolla la motricidad fina de los niños de forma muy simple y divertida. Tambiñen puedes probar, durante el día, a utilizar las manos sobre una pared o sobre un lienzo que coloques en ella (para no manchar) y dejar que los niños hagan volar su imaginación con pintura especial para manos.
- Juegos de títeres con calcetines
Anima a tus hijos a crear títeres con calcetines o fieltros o telas viejas. La boca de los muñecos necesitará del esfuerzo de sus dedos con movimientos de pinza que después les ayudarán a comer, o para simular unas divertidas cosquillas durante la representación con los títeres, o simplemente para hacerlos hablar. Este, además, es un juego que se puede hacer en familia y que puede servir para entretener toda una tarde entera.
- Figuras con pinta dedos
Para este juego necesitarás cartulina, papel y pintura de dedos. Estas pinturas no deben ser tóxicas para que puedan usarlas niños pequeños. Anima a tus hijos a realizar bellas obras de arte con sus deditos de las manos y de los pies.
¡Esperamos que estos juegos y manualidades te ayuden a divertirte con tus hijos a la vez que ayudas a desarrollar su motricidad fina!
Sí, involucrar a los más pequeños en las tareas de casa es más importante de lo que a priori pueda parecer, pues con esta rutina se educa a los niños en la responsabilidad y en la colaboración, así como en una necesaria igualdad no solo entre géneros, sino entre personas y miembros de un mismo hogar. Y no se trata d obligar a los niños a hacer tareas desagradables que ni a los adultos nos gusta hacer, sino de que vayan encargándose de determinadas responsabilidades, según su edad y madurez, con el fin de aportar su granito de arena al núcleo familiar.
Las tareas pueden influir también en el desarrollo de los más pequeños en positivo. Y es que a los peques les gusta sentirse necesitados y capaces, y las tareas de cada día pueden ayudarnos a conseguirlo. Además, si se consigue enmarcar la realización de determinadas tareas dentro del tiempo de ocio en familia, será más fácil que los niños se muestren propensos a colaborar.
Pero ojo, tengamos en cuenta que darles tareas que están por encima de sus capacidades no ayudará a nadie, al revés, ya que se trata de que el acercamiento a las mismas sea progresivo y ameno, o al menos lo suficiente como para que no se vea como un castigo y genere rechazo. Pero, ¿cuáles son las tareas cotidianas que podrían realizar los niños? Veamos algunos ejemplos de las mismas y de otros beneficios adicionales que se dan con la colaboración en casa de los más pequeños.
Beneficios adicionales de los niños que realizan tareas domésticas
- Empatía: las tareas domésticas ayudan a los niños a desarrollar conciencia en torno a las necesidades de los demás miembros del hogar. Si un niño tiene la tarea de aspirar la alfombra será más probable que mantenga sus zapatillas limpias, porque entenderá mucho mejor el tiempo que lleva quitar las pelusas de una alfombra.
- Responsabilidad: muchas tareas requieren que un niño decida cuándo y cómo completar una tarea, y es que colaborar supone también practicar la responsabilidad a través de la administración del tiempo y de la planificación anticipada. La responsabilidad es una habilidad muy necesaria para los adultos, por lo que es importante tomar contacto con ella desde la infancia, y las tareas cotidianas son formas apropiadas de desarrollarla.
- Autoestima: los niños que son responsables de determinadas tareas domésticas desarrollan una fuerte autoestima. Al fin y al cabo, completar una tarea (sobre todo si se hace en equipo) conduce a que las personas se sientan realizadas y seguras de su capacidad para contribuir con otros.
Tipos de tareas apropiadas para niños según su edad
Ser conscientes de que sería bueno que los niños colaboraran cada vez más en casa, no significa que sea siempre fácil determinar qué tipo de actividad es la adecuada o no según la edad. En lo que respecta a los niños pequeños, cada tarea debe ayudarles a fortalecer sus músculos y a fomentar el desarrollo de sus habilidadesbásicas. Las habilidades motoras gruesas, o las motoras finas y del lenguaje, pueden enseñarse esperando que cumplan con responsabilidades domésticas de bajo nivel.
Es importante centrarse en las habilidades que los niños pequeños normalmente desarrollan en este momento de sus vidas, por ejemplo con tareas que impliquen dar uno o dos pasos. Eso sí, no olvides que los más peques necesitan siempre supervisión para todas las tareas que realicen, así además, cuando logren sus objetivos, se sentirán más realizados y felices al saber que sus padres les han visto avanzar con éxito. Otro tipo de tareas adecuadas para niños y niñas muy pequeños serían:
- Alimentar a una mascota.
- Recoger los juguetes.
- Secar platos y vasos de peso ligero.
- Lavarse solitos en el baño, aunque siempre en compañía de un adulto.
- Hacer parejas a juego de calcetines tras una colada.
- Regar las plantas del hogar o vestirse.
- Ayudar a llevar cosas, como la ropa sucia a la lavadora, o los residuos al contenedor para su reciclaje.
Una vez que los niños pequeños ya hayan practicado con tareas básicas, estarán listos para desarrollar aún más su confianza con tareas más complejas que podrían incluir más pasos. Es importante incluir, tanto las tareas que a esta edad puedan completar de forma independiente, como algunas otras que requieran un poco más de orientación. Los padres deberán poner la experiencia de aprendizaje por encima de la eficiencia o la calidaden esta etapa del desarrollo, es decir, que no importa que fallen, sino que estén dispuestos a colaborar.
Así, poco a poco, podrás introducir tareas nuevas como:
- Echar zumo, leche o agua en un vaso.
- Clasificar y ordenar los juguetes.
- Poner la mesa, especialmente con vajillas que no se puedan romper.
- Hacer la cama y limpiar el polvo.
- Medir y mezclar ingredientes para la comida.
- Pedir su comida en un restaurante.
Cuando los niños hayan alcanzado ya el nivel de primaria, seguramente estarán preparados para adquirir más responsabilidades y un mayor nivel de independencia. Y, si bien las ideas anteriores requerían la presencia de un adulto, los niños en este rango de edad ya podrían realizar algunas tareas sin supervisión, como por ejemplo:
- Bañarse, vestirse o lavarse los dientes.
- Prepararse el desayuno o el almuerzo del cole.
- Pasar la aspiradora.
- Lavar los platos o poner el lavavajillas.
- Gestionar sus cosas del cole (mochila, deberes, materiales…).
- Mantener sus habitaciones limpias.
- Doblar y guardar la ropa de la colada.
Hacer que los niños estén al tanto de las tareas domésticas tiene muchos beneficios prácticos, y siempre es posible conseguirlo con ideas creativas o juegos en familia, sobre todo en los casos en los que parezca más difícil lograr una colaboración voluntaria. Y es que sin duda merece la pena, porque al colaborar en casa los niños aprenden a desarrollar la empatía, a desarrollar una ética de trabajo y a valorar el esfuerzo suyo y el de los demás. Por eso, comenzar temprano con pequeños hábitos, puede ayudar a construir una base de rasgos positivos y comportamientos valiosos que beneficiarán a los niños de por vida.